El puerto de Granadilla enfrenta problemas significativos debido a la falta de remolcadores. A pesar de ser una de las inversiones más costosas en la isla, el puerto no cuenta con los servicios necesarios para operar de manera segura e independiente.
Desde que comenzó su operativa hace casi diez años, han sido muy pocos los barcos que han atracado en Granadilla. El fuerte viento en la zona es una característica problemática, y la entrada de los buques a un puerto debe contar con los servicios prioritarios que garanticen su atraque con total seguridad.
La ausencia de un servicio de remolque residente en el puerto de Granadilla pone en peligro a diario las operativas que allí se ejecutan, así como la seguridad de los barcos que atracan en este muelle. Los buques que requieren de estas embarcaciones de asistencia y auxilio para entrar o salir de Granadilla tienen que esperar a que los remolcadores que se precisan no se necesiten en el puerto de Santa Cruz de Tenerife para otras operativas.
El traslado de un remolcador a Granadilla deja sin servicio en el puerto de Santa Cruz un mínimo de ocho horas a la unidad que se desplaza para realizar los servicios contratados. Esto supone un total de 14 horas efectivas, en las que el principal puerto de la provincia no dispone en su oferta de los remolcadores que se trasladan al sur.
Solución y Futuro del Puerto
La licencia para la prestación del servicio portuario de remolque la otorga la Autoridad Portuaria, conforme al Real Decreto Legislativo 2/2011. Sin embargo, la falta de remolcadores en el puerto de Granadilla sigue siendo un problema significativo que afecta a la economía y la seguridad en la zona.