Fuente: diariodelpuerto.com
Tras la desconvocatoria de la huelga en la estiba y el aplazamiento de una semana en la aprobación del real decreto por parte del Gobierno, toca ahora abrir la mesa en el ámbito de la negociación colectiva para que patronal y sindicatos lleguen a acuerdos que traduzcan de forma satisfactoria el marco general fijado por Fomento en el proyecto de real decreto. Previsiblemente será el próximo martes.
168 horas son las que separan hoy viernes y la hora de comienzo de la reunión del Consejo de Ministros del 24 de febrero, 168 horas para negociar un acuerdo que el Ministerio de Fomento volvió a insistir ayer que no pasa por modificar el contenido del real decreto, sino por encontrar acomodo a las demandas sindicales y patronales en el ámbito del convenio colectivo.
Aún así, las partes siguen entendiendo que el Gobierno debe ser sensible a lo que se acuerde en esa mesa, concuerde o no concuerde en su totalidad con el real decreto, de ahí que patronal y sindicatos insistieran ayer en que Fomento esté presente en esta mesa negociadora y que los sindicatos sigan sin perder la esperanza de poder enmendar el decreto.
Tras haber renunciado públicamente a la fijación de un registro, que la Comisión Europea negaba de raíz, dos son las cuestiones claves que quieren llevar los sindicatos a esta mesa de negociación. La primera tiene que ver con los pasivos laborales y la posibilidad de su extinción por la vía de la indemnización con cargo a las autoridades portuarias. Los sindicatos insisten en que esos pasivos deben ser reasimilados por la vía de la subrogación y el respeto de todos los derechos laborales adquiridos, debiéndose igualmente negociar las condiciones de extinción que ofrece el real decreto y reduciendo la regulación de las plantillas a jubilaciones forzosas y prejubilaciones con cargo al presupuesto público.
La segunda gran reclamación de los sindicatos es que, ante la renuncia al registro, el acceso a la profesión quede garantizado por la exigencia de unas condiciones de cualificación acordes con la alta especialización y los riesgos laborales que comporta la profesión de estibador, de tal forma que esa cualificación esté ligada a la experiencia en el puerto donde se va a ejercer la labor y, además, se pueda demostrar por la continuidad en el tiempo del ejercicio de la labor de estibador, lo que garantiza la productividad, la eficiencia y la seguridad.
Frente a esta posición de los sindicatos se encuentra la patronal, que en las últimas horas ha defendido una postura con respecto al real decreto mucho más taxativa y rigurosa en lo que respecta al proceso de implantación de la reforma, exigiendo la eliminación de algunas de las vías de flexibilización que fija el texto de Fomento. En este sentido, mientras que el Gobierno ofrece un modelo mixto de ETTs y Centros Portuarios de Empleo (CPE) especializados frente a la postura sindical de crear solo CPE restringidos a empresas portuarias, la patronal apuesta por un modelo puro de sólo ETTs.
De la misma forma, mientras los sindicatos abogan por reforzar las exigencias de cualificación, que el decreto establece por tres vías distintas, la patronal aboga por limitar la cualificación a las exigencias que en cada caso plantee la pertinente empresa o ETT.
Más a más, en el caso de los convenios vigentes, mientras el Gobierno exige en el decreto que en el plazo de un año todos los acuerdos laborales contrarios al nuevo marco normativo se adecuen y si no pasarán a ser nulos, la patronal rechaza este periodo transitorio y plantea que decaigan desde el mismo momento de la entrada en vigor del acuerdo.
La priorización en la nueva negociación de todas estas cuestiones centró ayer la reunión que a lo largo de toda la jornada mantuvo el Comité de Empresas Estibadoras de ANESCO en Madrid, con el fin de definir una plataforma de negociación del convenio que llevar a la mesa a partir del marco regulador que plantea el real decreto.
Al término de esta reunión Diario del Puerto tuvo acceso a la fecha de apertura de la mesa negociadora propuesta por ANESCO a los sindicatos, en concreto el próximo martes. En ese momento las partes no deberán olvidar los dos únicos condicionantes de partida fijados por parte del Gobierno: el respeto al contenido del decreto y la aprobación de éste el próximo viernes 24.