Durante el Diálogo de Alto Nivel sobre Descarbonización celebrado el 17 de julio de 2025, la Unión Internacional del Transporte por Carretera (IRU) transmitió a representantes europeos su preocupación ante los mandatos obligatorios de compra de flotas de cero emisiones, que no toman en cuenta la operativa y viabilidad del sector.
El presidente de la IRU, Radu Dinescu, reafirmó su apoyo a la transición hacia vehículos de emisiones cero, pero destacó que se requiere un enfoque basado en medidas habilitadoras que ofrezcan herramientas prácticas a los operadores, en lugar de simples obligaciones. Según Dinescu:
“La UE debe proporcionar herramientas, no reglas… nuestro sector necesita medidas facilitadoras, no prescriptivas”.
Barreras operativas para la flota pesada
La IRU remarca que los objetivos de compra obligatoria no se ajustan a la realidad del mercado, especialmente para vehículos pesados como autocares de largo recorrido o camiones de obra. Las flotas, con márgenes reducidos y alto nivel de subcontratación, no pueden trasladar los costes a los precios, lo cual podría desencadenar empleos perdidos y servicios reducidos.
Riesgos financieros y falta de infraestructura
Radu Dinescu también apuntó que el elevado coste y la incertidumbre del valor residual de los vehículos eléctricos dificulta la financiación, especialmente para las PYMEs, que predominan en el sector.
Por otro lado, la infraestructura de recarga es insuficiente y las autorizaciones de suministro presentan retrasos, según revela un informe de la Comisión Europea .
La IRU propone cinco pilares estratégicos
Para facilitar la transición hacia una flota limpia, la IRU presentó cinco medidas clave:
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Infraestructura de carga adecuada, con estaciones de megavatios y en cabeceras logísticas.
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Preparación de la red eléctrica, con objetivos nacionales vinculantes en países fuera de la red TEN‑T.
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Apoyo financiero a las PYMEs, principalmente a través de incentivos y garantías.
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Regulación y permisos simplificados, para acelerar infraestructuras de recarga.
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Creación de un mercado viable, donde los vehículos cero emisiones puedan competir en igualdad de condiciones.
La IRU advierte que los mandatos de compra obligatoria para vehículos limpios podrían generar un impacto negativo en el transporte por carretera, al ignorar los altos costes, la falta de infraestructura y las limitaciones financieras del sector. Desde su perspectiva, la clave está en impulsar políticas que fomenten la transición mediante herramientas prácticas y condiciones de mercado equilibradas.
La descarbonización del transporte de mercancías es indispensable, pero su éxito dependerá de un enfoque integral, sostenible y realista.