Fuente: diariodelpuerto.com
La implantación mundial del convenio SOLAS (Safety of Life at Sea), enfocada desde un punto de vista que va más allá de la entrada en vigor de la norma que requiere la certificación del peso bruto verificado de los contenedores (VGM ), unido al nuevo marco de alianzas marítimas que en estos momentos se está gestando, va a generar un nuevo escenario de retos y oportunidades en el negocio marítimo radicalmente diferente al ya tradicional que conocemos y donde los cargadores van a adquirir un mayor protagonismo.
Estas cuestiones centraron de manera principal la celebración del «Maritime Day» que organiza anualmente el Consejo Europeo de Cargadores (European Shippers Council) y cuya tercera edición se llevó a cabo ayer en el World Trade Center de Barcelona con Transprime, la rama española del consejo, como anfitrión, y el Puerto de Barcelona como patrocinador.
Las consecuencias del SOLAS y el término Coopetition (cooperation & competition), que define la necesaria cooperación y competitividad a la que se van a tener que ajustar todos los actores vinculados al negocio marítimo, fueron sometidos a un exhaustivo debate en una jornada de carácter transversal que despertó el interés de buena parte de la comunidad logístico-portuaria barcelonesa.
Los expertos pusieron sobre la mesa el problema de la tara de los contenedores y si es factible cumplir con las expectativas de los cargadores, teniendo en cuenta la dificultad que genera la implementación de un nuevo reglamento y la gestión de toda la información. A esto, se debe añadir el elevado número de actores implicados en todo el proceso y la velocidad a la que crece el comercio internacional.
Por otra parte, en el debate se intentó visualizar el futuro impacto de las nuevas alianzas en sus relaciones con las comunidades de carga y con los operadores y autoridades portuarias, que deberán reajustar metodologías, infraestructuras e inversiones. Un nuevo escenario, en definitiva, que también contempla, tal y como afirmó Santiago García Milá, subdirector general Comercial y de Estrategia del Puerto de Barcelona y presidente de la IAPH, «grandes desafíos portuarios con la irrupción de nuevos flujos comerciales o el diseño de rutas marítimas alternativas, dentro de un contexto de inestabilidad en el negocio marítimo en el que no hay que perder de vista la posibilidad de que hayamos alcanzado el límite de la globalización».