La Autoridad Portuaria de La Palmas (APLP), a través de las empresas Kpmg Asesores y Aporta Consultores Estratégicos, ha comenzado ha elaborar un plan estratégico para «mejorar» los tráficos durante próximos 20 años y, sobre todo, mantener la posición de «liderazgo» en el conjunto del sistema portuario español, donde Las Palmas ocupa el octavo puesto entre los puertos de interés estatal, explica Ana Ulloa, codirectora del proyecto junto a Fernando Vizoso e Ignacio de la Peña, este último máximo responsable de la planificación y organización de los cinco puertos de la provincia que le ha encargado la Autoridad Portuaria.
El Plan Estratégico 2035 tiene un presupuesto de 240.332 euros y estará terminado en diez meses, con el objetivo de presentarlo en febrero. A este primera fase de recogida de ideas y de sugerencias, que comenzó ayer con lleno en el salón de actos de la APLP, seguirán otras cuatro en las que se hará un diagnóstico y se propondrán las actuaciones a seguir. La intención es organizar los puertos y planificar las inversiones hasta el horizonte de 2045, desde obras y actividades o servicios principales hasta la renovación o adaptación de la plantilla actual.
Está invitada a participar en la elaboración del plan toda la comunidad portuaria, incluidos los agentes e instituciones públicas y privadas, tanto mediante reuniones concertadas como a través de un correo que se ha creado a efecto para recibir las aportaciones del sector
Los cinco retos
El trabajo arranca con cinco retos: afrontar la competencia de los puertos de la costa oeste africana; el impacto de las tasas europeas para gravar el transporte marítimo (ETS); asegurar alianzas estratégicas globales, sobre todo con Europa; impulsar la transición energética para descarbonizar los puertos, y potenciar el rol que cumple la Autoridad Portuaria como motor socioeconómico en el desarrollo Puerto-Ciudad (no sólo en la capital grancanaria, también en Arrecife y Puerto del Rosario).
De estas amenazas u oportunidades, según se mire, las que han llamado más la atención de los implicados son los puertos africanos y las tasas europeas, según las preguntas formuladas en la presentación del proyecto. La combinación de ambos fenómenos, explicó la presidenta, Beatriz Calzada, obliga a mejorar la productividad y la eficacia de los cinco puertos de Las Palmas por dos razones esenciales: las tasas pueden causar una fuga de barcos a los recintos africanos, donde las navieras pagan menos impuestos al enlazar sus rutas con Europa y, sobre todo, el desarrollo de los puertos africanos con inversiones extranjeras para dotarlos de tecnología de última generación. El gigante Tánger Med, en Marruecos, es una realidad desde 2007, pero países como Emiratos Árabes o Arabia Saudí también trabajan en fortalecer su logística en África.
De amigo a competidor
Dicho de manera más directa, África, a medio plazo, podría pasar de «puerto amigo» a convertirse en «competidor», destaca Calzada. El tránsito de contenedores, además, es un mercado «volátil». De ahí la necesidad de mejorar la productividad y la eficiencia, sobre todo ahora que han comenzado a aplicarse las tasas al transporte marítimo, un efecto que no se nota aún al estar tapado por los buques derivados del Mar Rojo y el buen momento que atraviesa La Luz.
La receta para seguir en el «top ten» de los puertos nacionales, subraya Ulloa, pasa por realizar una planificación efectiva de la organización y de la inversión o el presupuesto a ejecutar, tanto a escala local como global; mantener y mejorar los tráficos, y lograr la cohesión de todas las comunidades portuarias. Esto último es importante dada la singularidad de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, que está integrada por cinco puertos en tres islas de la provincia y cada uno tendrá que «sentir como suyo» el plan estratégico.
Más flexbilidad
Los empresarios, en ese sentido, reclaman «flexibilidad» a la hora de conjugar todos los intereses en juego, máxime tras experiencias negativas como la desaparición de la flota pesquera o, más recientemente, el avance de la ciudad dentro de los puertos y la complejidad de gestionar esos espacios urbanos con el uso industrial de las concesiones.
La propia Calzada, en ese aspecto, adelanta que se cerrarán los tres muelles comerciales con vallas y policía portuaria, una imposición de la Unión Europea para mejorar la seguridad en los puertos. «No se trata de convertirnos en un búnker, sino de controlar los accesos para estar más seguros», aclara la presidenta. La medida, que excluye al Muelle Deportivo, prohíbe pasear o visitar los muelles industriales con fines ajenos a su uso comercial.
Fuente:https://www.laprovincia.es/