Fuente: diariodelpuerto.com
El Puerto de Buenos Aires, con el apoyo del Gobierno de Argentina, está trabajando intensamente para convertirse en uno de los puertos punteros de la costa atlántica de Sudamérica, tanto a nivel de infraestructuras como de servicios y gestión. El enclave está llevando a cabo unas obras de mejora que, con una inversión millonaria por parte del gobierno argentino, permitirán ampliar sus infraestructuras y generar nuevos puestos de trabajo.
Los nuevos espacios que se crearán en el puerto bonaerense permitirán dar servicio al crecimiento de los tráficos previsto y a la llegada de nuevos buques más grandes. La finalización de la primera etapa de las obras está prevista para 2018.
La idea es lograr convertir el Puerto de Buenos Aires en un enclave moderno y competitivo tanto a corto como a medio y largo plazo. Se trata de la principal puerta de entrada y salida del comercio exterior argentino, concentrando el 60% de las operaciones de comercio exterior del país, según cálculos de la Administración General del Puerto (AGPSE).
En la actualidad, el Puerto de Buenos Aires mueve cerca de 850.000 contenedores y las previsiones son alcanzar en un horizonte de cuatro años, cuando estén en operación las nuevas infraestructuras, un movimiento de un millón de TEUs, que se incrementaría hasta los 1,8 millones de TEUs en 12 años.
Entre las mejoras que se están llevando a cabo en el Puerto de Buenos Aires, destaca el reciente estreno de un centro de control que, con 140 cámaras, contribuirá a prevenir siniestros y accidentes, además de ofrecer mayor protección a los trabajadores del enclave.
Además, los responsables del enclave están propiciando un acercamiento entre el puerto y la ciudad. Para ello, el Puerto de Buenos Aires se fija en las experiencias que han llevado a cabo puertos de todo el mundo, incluidos los españoles.
La política portuaria española también es tenida en cuenta en Argentina, especialmente el hecho de que se trate de una política de Estado y se haya logrado convertir a algunos de estos enclaves, como es el caso de Barcelona, en unos de los más importantes de Europa.
Otro ámbito de colaboración posible es el de los cruceros ya que Buenos Aires está experimentado un interesante crecimiento en este tipo de tráfico, impulsado por el atractivo turístico que tiene la ciudad, algo similar a lo ocurrido años atrás con Barcelona, puerto que ha logrado posicionarse entre los líderes mundiales del sector. Para este año, se calcula que el número de cruceristas que recalará en el Puerto de Buenos Aires se situará alrededor de los 330.000, cifra que supone un incremento de alrededor del 20%. Esto hace que los responsables portuarios ya hayan pensado en la construcción de una dársena dedicada a los cruceros situada cerca de la ciudad.