Fuente: diariodelpuerto.com
El nuevo Reglamento Europeo de Puertos, recientemente aprobado por el Parlamento de la Unión Europea (UE), es una oportunidad para «revisar aspectos de nuestra normativa que pueden ser mejorados». Así lo manifestó ayer Sixte Cambra, presidente del Puerto de Barcelona, durante su intervención en una jornada sobre dicha normativa organizada por la autoridad portuaria catalana en colaboración con la firma Ernst & Young (EY).
Apuesta por la transparencia
Sixte Cambra y Knut Fleckenstein también coincidieron en apuntar que la nueva normativa europea relativa a los puertos dota al sector de más flexibilidad y permitirá establecer una competencia más justa entre las diferentes instalaciones portuarias así como una mayor transparencia.
En este sentido, el ponente del Reglamento en el Parlamento Europeo apuntó que la normativa «no es la solución mágica, solo una pieza de un todo» pero sí que «puede contribuir a mejorar la eficiencia y la transparencia»del sector portuario y ayudará también a otras mejoras, como la simplificación de procesos, una menor burocracia y, sobre todo, a una mayor competitividad.
Sixte Cambra, por su parte, recordó que se trata de «un reglamento vinculante de obligada aplicación en dos años» y coincidió con Fleckenstein en que dicha normativa dota de mayor capacidad a los puertos para negociar, algo que desde la Autoridad Portuaria de Barcelona siempre se ha demandado. «Defendemos mayor capacidad de negociación con los operadores y unas reglas más justas para facilitar la competencia» y el reglamento va en este sentido, señaló el presidente del Puerto de Barcelona.
Tasas o tarifas
También coincidieron Sixte Cambra y Knut Fleckenstein en la necesidad de que los puertos cuenten con una mayor libertad a la hora de fijar precios. Y que éstos sean tarifas y no tasas. Fleckenstein recordó que en el caso español, «los puertos solo tienen un pequeño límite para manejar las tasas como herramienta comercial» y reconoció que «no hemos conseguido todo lo que queríamos en este sentido» porque «necesitábamos tener a bordo al Gobierno español» en este proyecto.
El ponente del Reglamento en el Parlamento Europeo insistió en que «la autonomía de los puertos es necesaria para fijar las tarifas», idea defendida por el Puerto de Barcelona pero que no es compartida por el ente público Puertos del Estado. Sin embargo, a juicio de Fleckenstein, los precios «tienen que ser una herramienta estratégica comercial de los puertos» de ahí que el ponente considere necesario que sean tarifas.
Un largo trabajo
Durante su intervención, Knut Fleckenstein recordó lo mucho que ha costado que Europa tenga una normativa común relativa a los puertos, tras los fracasos de los dos primeros paquetes portuarios.
La aprobación de este tercer paquete, «que es una buena regulación», precisó Fleckenstein, ha sido posible, entre otras cosas, porque cuando la Comisión Europea lo presentó el Parlamento optó por «trabajar para lograr un acuerdo» y evitar así que «el siguiente paquete llegara no desde la dirección general de Transportes, sino desde la dirección general de Competencia, lo que hubiera sido peor».
Además, Knut Fleckenstein reconoció el papel que ha jugado la actual comisaria del ramo, Violeta Bulc, quien ha sido «mucho más pragmática» que su antecesor en el cargo, el estonio Siim Kallas.